domingo, 15 de febrero de 2009

Haces que te odie

Haces que te odie
infinitamente,
más que al fulgor infinito
de las estrellas,
tus palabras
cierran mi boca
y la callan
como si fuera
un beso del silencio,
y sin embargo
el viento que me soplas
no es capaz de
derribar las montañas
frágiles de tu corazón.
Quien eres sino
una dama triste
que vaga por los
rincones de la esperanza,
Quien eres sino
la flecha incendiaria
que roza las mejillas
del querer a gritos
y del amar desesperado.

Como una túnica hecha
de espigas y miel,
tus flores enjauladas
terminarán secándose
sin el sol de la mañana
y arderá en tu piel
el deseo de controlar el tiempo
y de regresar con
el viento a donde
ya no podemos regresar.
Tu corazón algún día
tendrá que olvidar
las guerras del alma
que antes fueron tu llanto,
pues ahora hay razones
para sonreír, porque
tu sonrisa ilumina
porque eres bella como la
la luna y los astros de luz


2 comentarios:

Como agua para chocolate dijo...

me encantó.

Pendeja Agrandá dijo...

es como la segunda parte de hija del viento, eso me pareció a mí :B